#7 Una ventana que se mueve y te puede dejar fuera
Por qué hay cosas que ahora son aceptadas y hace unos meses eran impensables y el poder de la escritura persuasiva para la carrera de un médico.
¡Bienvenido a esta séptima edición de Médicos Inconformistas!
Cada semana te traigo ideas y conceptos de fuera del mundo de la salud para inspirarte, ayudarte a tomar mejores decisiones y explorar nuevas vías de ingresos como profesional sanitario.
Este espacio es una mezcla de aprendizajes, reflexiones y recursos prácticos que voy recopilando cada semana adaptados a la realidad de los profesionales de la salud que no están contentos con su situación actual y están preparándose para un cambio o están empujando un proyecto personal.
Mientras lees esto me encantaría que ya tuvieras disponibles los primeros capítulos de esta newsletter en vídeo y en audio, y en todas las plataformas… pero no lo sé. No sé si he llegado.
Pero que sepas que esta semana ya estará.
Sé que muchos no sois tantos de leer y sois más de poneros Youtube en la tele mientras os coméis un hummus con crudités o escucharos un episodio mientras conducís hacia vuestro hospital de preferencia. Así que… me he puesto las pilas.
Y como esto me está quitando el poquito tiempo que me quedaba, hoy voy con una edición cortita e intensa.
Dicho esto, si allá donde estés esta tarde sacas tiempo, aquí tienes los enlaces para leerte las dos ediciones anteriores:
En esta séptima vamos a intentar buscarle sentido a esos bandazos que da la opinión pública y la sociedad que hacen que algunas ideas que hace unos meses no nos entraban en la cabeza, ahora se ven normales (y al revés)
Además hablaremos de cómo puede cambiarte la vida el saber escritura persuasiva (o copywriting) siendo un profesional de la salud.
Empezamos👇
1. Una ventana que se mueve y puede estar manipulándote
Algo está pasando.
No sé si lo has notado, pero hay un cambio en el aire. Y no es solo porque Trump ha vuelto a la Casa Blanca.
De repente, algunos temas que antes eran inaceptables ahora son debatibles. Lo que hace poco parecía radical, empieza a sonar razonable. Y algunas ideas que considerábamos moderadas, ahora parecen anticuadas o incluso peligrosas.
Esto no es casualidad. Tiene que ver con un modelo político que hacer referencia a las ideas que los gobiernos y las instituciones pueden defender y está totalmente relacionado con la percepción de la sociedad sobre ciertos temas.
Si entiendes cómo funciona, puedes anticiparte en lugar de quedarte atrapado en ciertas discusiones estériles (o incluso fuera de lugar)
Si no lo entiendes, corres el riesgo de ser arrastrado sin darte cuenta o, peor aún, de convertirte en alguien que se aferra a lo que ya no tiene sentido.
Este modelo se llama la Ventana de Overton. [2]
Es un modelo político que intenta explicar cómo cambian las ideas aceptadas en una sociedad.
Imagina que hay una “ventana” que encierra las ideas que la mayoría considera normales. Todo lo que está dentro de la ventana es aceptable. Pero lo que está fuera se puede ver como extremo, radical o impensable.
Lo interesante es que esta ventana se mueve con el tiempo. Lo que quiere decir que lo que es considerado aceptable y lo que no, va cambiando.
Los políticos operan dentro de esta ventana, tomando decisiones y defendiendo posturas dentro de las ideas ya aceptadas. Pero cuando quieren cambiar el marco de lo que es posible, empiezan a tomar medidas y se apoyan en los medios para intentar desplazar esta ventana.
1. Primero, se introduce una idea extrema en el debate público
2. Luego, se genera controversia y los medios amplifican la discusión.
3. Con el tiempo, la idea deja de parecer tan radical y pasa a ser debatible.
4. Finalmente, la sociedad empieza a aceptar poco a poco esa idea que parecía radical y se convierte en norma.
Un ejemplo clásico es el matrimonio entre personas del mismo sexo.
• No hace tantos años era impensable y prohibido.
• Luego empezó a debatirse.
• Más tarde, se normalizó.
• Y hoy es una realidad en muchos países.
Pero esto no solo aplica a política o derechos civiles. En el mundo de la salud también se mueve la Ventana de Overton.
Vamos a hacer un ejercicio. Te voy a pasar una lista de ideas. Piensa en dónde las colocarías ahora mismo:
• Prohibir los ultraprocesados por ley.
• Que los pacientes tengan que pagar una tasa obligatoria por consulta cuando acuden al hospital público
• Que una inteligencia artificial se encargue de pasar consulta en atención primaria.
• Que cierto personal no médico haga tareas que antes eran exclusivas de médicos.
• Que todo el mundo tenga seguro médico de forma obligatoria.
• Que no se pueda fumar en una operación.
Verás que algunas ideas te habrán parecido más o menos descabelladas a día de hoy pero algunas pensarás que no están tan lejos de cumplirse.
Si te hubiera hecho estas preguntas hace 20 años, 15 años, ¿qué hubieras respondido?
Ahora dime: ¿qué cosas de esta lista que hoy te parecen impensables crees que serán normales en 10 años?
La clave es que las ideas y comportamientos no cambian de golpe, cambian gradualmente. Y si observas ciertos movimientos políticos, comentarios en los medios y decisiones estratégicas, puedes prever más o menos qué va a pasar.
¿Y qué puedes hacer tú para navegar en este mundo cambiante?
1️⃣ Observa las decisiones políticas sin miedo, pero con criterio. No te dejes llevar por la histeria ni por la resignación.
2️⃣ No te aferres al “nunca”. La historia está llena de cosas que “nunca iban a pasar” y ahora son normales.
3️⃣ Cuestiona quién mueve la ventana y con qué intención. Detrás de cada gran cambio hay alguien con una estrategia.
4️⃣ Decide cómo quieres moverte dentro de esta nueva realidad. No se trata de aceptar todo sin más, pero tampoco de quedarte paralizado esperando que todo vuelva a ser como antes.
Esto no solo te ayudará a entender los cambios que vienen, sino a gestionar mucho mejor la incertidumbre y las decisiones políticas que te afecten.
Y ahora dime, teniendo en cuenta todo lo que te he contado ¿qué cambios crees que están en proceso de normalización en la sanidad?
Te leo.
2. La escritura persuasiva en la vida de un médico
El copywriting, es decir, la escritura persuasiva diseñada para que otra persona tome acción, me ha cambiado la vida.
Estarás de acuerdo en que tu vida y la mía se basan en ayudar a otras personas. Y parte de esa ayuda pasa por lograr que algunas personas hagan lo que les aconsejamos.
Ahora piénsalo un momento: ¿quién es más fácil de aconsejar, un médico o un paciente?
Los médicos tienen formación, datos, estudios… Un paciente tiene dudas, hábitos arraigados y creencias propias.
Sin embargo, al final, ambos necesitan lo mismo a la hora de recibir consejo: mensajes entendibles para su nivel de conocimiento que los lleven a actuar.
Aprender (y aplicar) formas efectivas de escribir para que otros sigan mis consejos ha sido una revolución en mi vida. Especialmente para una mente cuadriculada como la mía.
Pero hay algo aún más importante: escribir bien no solo cambia la forma en que comunicas, cambia la forma en que piensas.
Si los médicos supieran copywriting, la salud pública mejoraría
También se sabe que escribir es beneficioso para la salud. Una investigación de hace unos años demostró que la escritura expresiva ayuda a procesar emociones, reducir el estrés e incluso fortalecer el sistema inmune [3].
Pero más allá del beneficio personal, hay un impacto enorme en la salud pública:
Si el colectivo médico supiera un poco de copywriting, el impacto en la sociedad sería brutal.
En lugar de mandar mensajes llenos de jerga incomprensible o repetir frases genéricas como:
❌ “Deja de fumar”
❌ “Bebe agua”
❌ “No te quedes hasta el cierre del bar”
…podrían comunicar de una forma que realmente genere acción.
Los buenos mensajes no solo informan. Los buenos mensajes cambian comportamientos.
Daniel Kahneman, en Thinking, Fast and Slow, explica cómo las personas no toman decisiones racionales, sino emocionales. [4]
La gente no deja de fumar porque le dicen que es malo. Deja de fumar porque siente algo que le hace cambiar. Y ese sentimiento se puede acentuar a través de una comunicación efectiva.
Además, los médicos tienen una ventaja brutal para comunicar bien.
Muchos piensan que esto del copywriting es complicado. Que hay que hacer cursos, aprender fórmulas complejas, volverse un dios de la persuasión.
Pero los médicos lo tienen muy fácil.
Porque la clave del copywriting es entender qué piensa la persona a la que te diriges.
Y un médico ve cientos de pacientes.
Sabe exactamente lo que piensan.
Sabe cuáles son sus objeciones, sus miedos, sus excusas.
Tiene en su cabeza la mejor base de datos de investigación que un copywriter podría soñar.
Ahora, puedes pensar que a ti, como médico individual, poco te va a servir esto.
Que si eres radiólogo, cirujano o anestesista, comunicar bien no va a cambiar tu día a día. (y creo que estarías equivocado)
Pero si piensas como colectivo, si todos los médicos supieran enviar mensajes efectivos que lleven a la gente a actuar y a cuidarse, la salud pública daría un salto gigantesco.
No se trata de solo de comunicad o escribir mejor.
Se trata de intentar generar impacto en muchas personas con las palabras correctas.
Hasta aquí esta séptima edición de Médicos Inconformistas.
Si te ha gustado, la mejor forma de hacérmelo saber es compartiéndola con tus colegas inconformistas.
Y si te has quedado con ganas de hacer algo por tu cuenta en el mundo de internet o desatascar algo en el proyecto que ya tengas entre manos, es justo lo que estoy a ayudando a hacer a otros profesionales de tu sector que están buscando un cambio en su carrera sanitaria. Escríbeme.
Enlaces y recursos relevantes para Inconformistas
Sesiones 1-a-1 con con el desatascador🪠 de sanitarios
Explicación de la Ventana de Overton
El arte de confiar en los de más, Pennebaker, 1997
Daniel Kahneman, Thinking, Fast and Slow,
PD: Si no te cuidas tú, ¿quién te va a cuidar para que cuides de otros?
PD1: Nos vemos el lunes que viene