#18 La salud en Alemania parte 2
Algunas diferencias con el sistema de salud español (la segunda parte)
¡Bienvenido a esta edición número 18 de Médicos Inconformistas!
Cada semana te traigo ideas y conceptos de fuera del mundo de la salud para inspirarte, ayudarte a tomar mejores decisiones y explorar nuevas vías de ingresos como profesional sanitario.
Este espacio es una mezcla de aprendizajes, reflexiones y recursos prácticos que voy recopilando cada semana adaptados a la realidad de los profesionales de la salud que no están contentos con su situación actual y están preparándose para un cambio o están empujando un proyecto personal.
Ya estoy de vuelta por Los Ángeles y tengo una gran noticia.
La persona de la que os hablaba en la edición anterior ya pasó por quirófano, pasó unos días en observación en Alemania y hace 3 días le dieron el alta y pudo viajar a su país de origen.
Allí sigue en observación, pero todo va bien de momento y al menos está con su familia.
Dicho esto, vamos a seguir y cerrar esta revisión del sistema sanitario alemán ¿no? que tengo otras muchas cosas más que contaros.
Esta es la segunda parte de lo que he encontrado. Espero que lo encuentres interesante.
Por último, comentarte que ya tienes las 9 primeras ediciones de esta newsletter en audio y vídeo en Spotify y Youtube, por si sois más de ver o escuchar que de leer.
Dicho esto, si ya vas más avanzado aquí tienes los enlaces para leerte las dos ediciones anteriores:
En esta edición número 18 vamos a seguir hablando del sistema de salud alemán y algunas diferencias con el sistema español.
Tal y como os comentaba en la edición anterior, me encantaría que los que sepáis más sobre este sistema, me vayáis compartiendo vuestras impresiones en los comentarios.
Empezamos👇
1. El sistema de salud en Alemania (Parte 2)
Hoy continuamos donde lo dejamos en la edición anterior.
5. Innovación Tecnológica y Calidad de los Servicios
Alemania ha sido más lenta en adoptar herramientas digitales de salud que España.
Paradójicamente, el país de la industria tecnológica mantuvo durante años expedientes médicos principalmente en papel en las consultas privadas y recetas tradicionales.
No fue hasta casi 2022 que se implantó de forma más generalizada la e-Rezept (receta electrónica) a nivel nacional.
De forma similar, la historia clínica electrónica del paciente (ePA) se lanzó en 2021, pero su uso por parte de ciudadanos y proveedores ha sido voluntario y limitado; recién en 2025 se plantea hacerla automáticamente accesible salvo negativa del paciente.
Factores como estrictas leyes de privacidad, la estructura descentralizada y la necesidad de consenso con múltiples actores (médicos autónomos, aseguradoras) han ralentizado la digitalización alemana.
No obstante, en los últimos años Alemania está invirtiendo en sanidad digital: teleconsultas (video-consultas) reembolsadas desde 2017, aplicaciones de salud recetables (DiGA), y una infraestructura telemática nacional que conecta farmacias, consultas y aseguradoras bajo estándares de seguridad.
España lleva cierta ventaja en digitalización sanitaria práctica (por ejemplo, la e-receta es algo cotidiano desde hace años), mientras Alemania está remontando rápidamente con políticas recientes de impulso a la salud electrónica.
En cuanto a infraestructura y equipamiento, Alemania sobresale en dotación de recursos materiales.
Por ejemplo, Alemania cuenta con 8 camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes, muy por encima de las 3 camas por 1.000 en España.
Esto significa que el sistema alemán tiene más capacidad de ingreso y, potencialmente, más flexibilidad para hospitalizar pacientes sin demoras.
En tecnología pesada, la diferencia también es notable: Alemania dispone de unas 35 máquinas de resonancia magnética (MRI) por millón de habitantes, frente a aproximadamente 13 por millón en España (dato en el que España ocupa el octavo lugar de la UE).
De igual forma, en escáneres TAC, equipos de radioterapia y PET, la tasa por habitante es mayor en Alemania.
Esta mayor disponibilidad tecnológica reduce esperas para pruebas diagnósticas complejas en Alemania – por eso es raro que un alemán espere meses por una resonancia o un TAC, mientras en España algunas comunidades enfrentan listas largas para estas pruebas.
La fuerza laboral sanitaria también refleja diferencias: Alemania tiene más personal de enfermería, con 13 enfermeros por 1.000 habitantes, más del doble que España (5,7/1000).
Esto redunda en una atención más holística y tiempos de atención directa al paciente mayores en hospitales alemanes.
En médicos per cápita, ambos están por encima de la media europea: España contaba ~3,9 médicos/1000 hab., Alemania ~4,2/1000.
Si bien la diferencia en número de médicos no es enorme, sí lo es en su distribución (en España más proporción de médicos de familia; en Alemania muchos especialistas) y en su forma de contratación (sistema público vs sector privado).
A nivel de calidad del servicio, ambas naciones tienen profesionales altamente capacitados y medicina de vanguardia en muchos campos.
Los hospitales universitarios alemanes suelen figurar entre los mejores equipados de Europa, y España destaca en excelencia clínica en áreas como trasplantes, oncología o atención primaria.
La inversión en I+D biomédica es elevada en ambos casos: Alemania, sede de farmacéuticas y tecnológicas, invierte significativamente en investigación médica y desarrollo de medicamentos.
España, por su parte, se ha convertido en uno de los países líderes en ensayos clínicos (especialmente gracias a su eficaz regulación y alta participación de pacientes) – cerca del 90% de los ~900 ensayos clínicos de 2022 en España fueron financiados por la industria privada , reflejando la colaboración público-privada en innovación.
Además, tras el COVID-19 se ha visto un auge en la adopción de tecnología sanitaria en España (p.ej. monitorización remota, aplicaciones de cita online), aunque todavía por detrás de Alemania en volumen de mercado tecnológico.
Si nos vamos a aspectos como calidad percibida y seguridad: Diversos indicadores internacionales ubican a ambos sistemas entre los de alto desempeño, aunque con matices.
Por ejemplo, el Euro Health Consumer Index (análisis de resultados, derechos del paciente, tiempos de espera, etc.) tradicionalmente puntuó mejor a Alemania que a España en la mayoría de ediciones, en parte por los menores tiempos de espera y amplia cobertura de servicios.
No obstante, España suele obtener excelentes resultados en atención primaria y salud pública, mientras Alemania destaca en capacidad de elección, confort hotelero y tiempo de atención.
En síntesis, en innovación y calidad Alemania lleva ventaja en recursos físicos y adopción de nuevas terapias (por ejemplo, introducción más temprana de medicamentos de última generación gracias a su fuerte industria farmacéutica y alto gasto per cápita).
España, con menos medios, optimiza resultados mediante un modelo preventivo y comunitario sólido.
Los dos países ofrecen atención de muy alta calidad en el contexto global, con Alemania brindando mayor comodidad y tiempos rápidos a costa de más gasto, y España logrando una calidad eficiente con inversión más limitada.
6. Resultados de Salud
Alemania, tiene una esperanza de vida menor que la española, acorde a la media de Europa occidental: aproximadamente 81 años (84 años las mujeres y 79 los hombres). (83,2 años en España)
Esta brecha de unos 2–3 años a favor de España se suele atribuir a diferencias en dieta (famosa dieta mediterránea rica en aceite de oliva, frutas y pescado), estilo de vida y el énfasis preventivo del sistema español.
Curiosamente, España alcanza esa longevidad con menos gasto sanitario per cápita, lo que sugiere que factores sociales y de salud pública (clima, alimentación, vida familiar) sumados a una atención primaria efectiva contribuyen enormemente a la salud de la población.
Otro indicador clave es la mortalidad evitable (muertes prematuras que se podrían prevenir con buena atención médica o salud pública).
España presenta unas de las tasas de mortalidad evitable más bajas de la UE , lo que habla de la eficacia tanto de sus intervenciones sanitarias como de medidas preventivas (vacunaciones altas, tamizajes).
Alemania, pese a su potente sistema curativo, tiene peores resultados en algunas enfermedades crónicas: las tasas de obesidad y tabaquismo han sido tradicionalmente más altas que en España.
Este perfil menos saludable impacta en mayores tasas de diabetes, enfermedad cardiovascular y ciertos cánceres en Alemania.
ún así, Alemania obtiene muy buenos resultados en supervivencia de cáncer gracias a diagnósticos y tratamientos tempranos (ej.: alta supervivencia a 5 años de cáncer de mama y colon, ligeramente superior a España).
En resumen, muchas muertes prematuras “evitables” son menos frecuentes en España por estilos de vida (pese a que el tabaquismo sigue siendo un punto negro español, con un 23% de fumadores diarios en 2020, todavía por encima de la media europea ).
Ambos países están por debajo de la media europea en mortalidad prematura en general, lo que denota sistemas sanitarios efectivos, pero España sobresale en maximizar la esperanza de vida con calidad.
Por otro lado, la expectativa de vida saludable (años de vida sin limitaciones) es similar en ambos (ronda los 70 años).
España tiene menor incidencia de muertes por accidentes de tráfico que Alemania (ha reducido drásticamente en 20 años). Alemania, por su parte, consigue mejores tasas de supervivencia en algunos procedimientos de alta complejidad gracias a la concentración de casos (por ejemplo, trasplante de médula, cirugía cardíaca neonatal).
Sin embargo, un indicador donde España sobresale es en la tasa de donación y trasplante de órganos, que aunque no es exactamente un “resultado de salud poblacional”, refleja la efectividad del sistema: España es líder mundial en trasplantes (≈133 trasplantes por millón de habitantes en 2024) gracias a una tasa de 52,6 donantes fallecidos p.m.p. (récord histórico), mientras Alemania históricamente ha tenido tasas muy bajas de donación (alrededor de 9–11 donantes p.m.p. en los últimos años).
Esto incide en que un español en lista de espera de órgano tenga más posibilidades de recibirlo a tiempo que un alemán.
En conjunto, ambos países logran resultados de salud positivos, propios de sus altos niveles de desarrollo.
España destaca en longevidad y prevención (mortalidad evitable baja), pese a gastar menos.
Alemania obtiene buenos resultados globales pero podría esperar más dado su mayor gasto – su esperanza de vida se ve limitada por factores de riesgo en la población.
Es decir, el sistema sanitario alemán es muy capaz en la respuesta clínica (tratamientos y tecnología), mientras que el español, además de ser clínicamente sólido, parece aportar un plus en salud pública y hábitos saludables fomentados, resultando en un bonus de vida para sus ciudadanos.
7. Rol del Sector Público vs Privado
Alemania existe una provisión mixta público-privada bajo regulación estatal. En Alemania la separación entre financiación y provisión es más marcada que en España.
La financiación es pública/obligatoria, pero la prestación de servicios se apoya fuertemente en actores privados (tanto sin como con lucro).
Por ejemplo, prácticamente todas las consultas de atención ambulatoria (médicos generales y especialistas) son privadas en el sentido de que los médicos ejercen por cuenta propia o en pequeñas sociedades, aunque reembolsadas por el seguro público.
No existen “centros de salud estatales” equivalentes a España; el médico pasa consulta en su praxis y luego factura al seguro según un baremo unificado.
Los médicos son autónomos negociando con asociaciones médicas y seguros, lo que introduce una lógica de mercado regulado.
En el ámbito hospitalario, coexisten tres tipos de propietarios: hospitales públicos (pertenecientes a los Länder o municipios), hospitales sin ánimo de lucro (generalmente fundaciones o ligados a iglesias – p. ej. la Cruz Roja, iglesias luteranas o católicas gestionan muchos) y hospitales privados comerciales (a menudo pertenecientes a cadenas hospitalarias).
En cuanto a camas, los hospitales públicos abarcan alrededor de el 50% de las camas en Alemania, los privados sin lucro ~34% y los privados con lucro ~16%.
Es decir, un tercio largo de la asistencia hospitalaria alemana la brindan entidades no gubernamentales (aunque financiadas por los seguros públicos).
Todos estos hospitales, sean públicos o privados, están accesibles a los asegurados de la sanidad pública (GKV); no hay segregación de pacientes por tipo de hospital, excepto que los privados pueden atraer más a pacientes con seguro privado ofreciendo comodidades extra.
El Estado alemán cumple un rol principalmente de regulador y co-financiador de inversiones.
A nivel federal y estatal se dictan normativas de calidad, personal mínimo, planificación de cuántas camas por región, etc.
Los estados (Länder) co-financian la inversión en infraestructura hospitalaria incluso en hospitales privados, asegurando capacidad suficiente.
Pero la gestión cotidiana recae en los operadores.
Un médico alemán de un hospital público es asalariado similar que en España, pero su hospital puede estar compitiendo con uno gestionado por una iglesia o por una corporación privada; todos reciben fondos de las Krankenkassen según los casos atendidos (sistema DRG).
Esta competencia regulada entre centros se considera un motor de eficiencia en Alemania, aunque también ha generado cierre de hospitales poco eficientes y concentración en cadenas privadas en las últimas décadas.
En resumen, si miramos las diferencias, España mantiene un sistema más estatista en la provisión, mientras que Alemania opera con un modelo corporativista donde múltiples entidades proveen servicios bajo el paraguas de la seguridad social.
Un español normalmente es atendido en un hospital público con personal público; un alemán podría ser atendido en un hospital católico, por médicos asalariados de esa fundación, financiados por tarifas del seguro público.
Pese a las diferencias, ambos países garantizan servicios clave a todos. Alemania se apoya en el sector privado también para innovación: por ejemplo, muchas clínicas especializadas (rehabilitación, psiquiatría) son privadas.
En España, el sector privado actúa más de “válvula de escape” del público y como elección personal para quien quiere más rapidez o comodidad.
En los últimos años, la colaboración público-privada ha crecido en España (con polémicas sobre privatización), pero el núcleo del sistema sigue siendo público.
Mientras, en Alemania existe desde siempre esa colaboración integrada: los consultorios y hospitales privados son parte esencial del sistema desde la época de Bismarck.
Ambos modelos tienen fortalezas y debilidades en cuanto a control de costos, equidad y eficiencia, pero cumplen con el objetivo de servicio universal mezclando, en distintas proporciones, los sectores público y privado.
8. Diferencias Curiosas e Interesantes
“Kur”: vacaciones terapéuticas pagadas por el seguro: Alemania tiene programas de prevención-curación muy peculiares. Por ejemplo, los padres/madres con sobrecarga (estrés, insomnio, depresión leve) tienen derecho legal cada cuatro años a un Kur, que consiste en 3 semanas en un spa/clínica de reposo (playa o montaña) con tratamientos, actividades físicas, asesoría psicológica y cuidado de niños incluido .
Esto se receta médicamente y lo cubre la seguridad social casi en su totalidad. Es literalmente una prescripción de “vacaciones de salud” para prevenir enfermedades mayores.
Alemania posiblemente sea el único país con esta práctica tan institucionalizada – un reflejo de su enfoque holístico y la importancia que concede a la prevención del burnout.
En España no existe nada equivalente en el sistema público; si acaso, algunos programas para cuidadores o estancias termales subvencionadas para mayores (Termalismo Social del IMSERSO), pero nada comparable a un Kur alemán.
¿Te vendría bien un Kur de estos?
Modelos históricos opuestos: Estas diferencias actuales entre sistemas sanitarios beben de la historia.
Alemania instauró en 1883 el primer seguro de enfermedad obligatorio del mundo (Otto von Bismarck), creando las bases de su sistema fragmentado en seguros y prestadores no estatales.
España, en cambio, consolidó su Servicio Nacional de Salud mucho más tarde, con la Ley General de Sanidad de 1986 que unificó y universalizó la asistencia (antes limitada a cotizantes).
España adoptó el modelo Beveridge (estatal) tras la transición democrática, inspirándose en el NHS británico, mientras Alemania perseveró con el Bismarck corporativista.
Esta divergencia fundacional explica muchas de las curiosidades comparativas. Por ejemplo, en Alemania las farmacias (Apotheken) aún hoy son privadas y funcionan con recetas de seguros, mientras en España también son privadas pero todo el circuito de receta electrónica es gestionado por el SNS.
Interacción con el médico: En la interacción médico-paciente hay matices muy curisosos:
En España es frecuente que el paciente llame “doctor” a su médico y reciba un trato cercano; en Alemania impera más formalidad – los pacientes suelen dirigirse con título y apellido (Herr/Frau Doktor Schmidt) y el trato puede ser algo más distante.
Protestas y sueldos: Una anécdota ilustrativa es que en España a menudo se reporta la “fuga” de personal sanitario a Alemania.
No es raro encontrar hospitales alemanes con médicos o enfermeras españoles, atraídos por salarios más altos.
Un enfermero en Alemania casi duplica el sueldo de uno en España, lo que llevó a convenios de contratación en la última década.
Esta migración evidencia diferencias en la consideración laboral del personal: en Alemania hay ratios enfermera/paciente mucho mejores, mientras España sufre escasez relativa de enfermería (5,7/1000 habitantes vs 12,9 en Alemania), lo que repercute en cargas de trabajo.
Bueno que no me quiero alargar más… ya es suficiente.
En conclusión, España y Alemania poseen sistemas sanitarios robustos pero concebidos de forma distinta.
España brinda universalidad y equidad plenas a través de un servicio nacional público, con fuerte atención primaria y resultados de salud sobresalientes (esperanza de vida líder, baja mortalidad evitable) pese a recursos limitados.
Alemania ofrece acceso inmediato y amplia oferta de servicios con soporte de seguros y provisión mixta, logrando alta satisfacción en tiempos de espera y tecnología, aunque a mayor coste.
Cada modelo tiene sus particularidades – desde los copagos y la organización de la atención hasta curiosidades como los spas terapéuticos o las tasas de donación –, reflejando diferentes prioridades y culturas sanitarias.
Lo importante es que a nivel de resultados ambos están por encima de la media europea.
Vaya repaso que le hemos dado. ¿no? Espero que cuando te pregunten por el sistema alemán, te acuerdes de mí.
Hasta aquí esta edición número 18 de Médicos Inconformistas.
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Y si te has quedado con ganas de hacer algo por tu cuenta en el mundo de internet o desatascar algo en el proyecto que ya tengas entre manos, es justo lo que estoy a ayudando a hacer a otros profesionales de tu sector que están buscando un cambio en su carrera sanitaria. Escríbeme.
Enlaces y recursos relevantes para Inconformistas
Sesiones 1-a-1 con el desatascador🪠 de sanitarios
OECD / Observatorio Europeo de Sistemas de Salud: Perfiles sanitarios internacionales, estadísticas comparadas, esperanza de vida, gasto per cápita, etc.: Enlace / Enlace
Noticias con datos del Ministerio de Sanidad de España. Listas de espera oficiales, copagos en farmacia, datos nacionales de cobertura y mortalidad. Enlace / Enlace
Commonwealth Fund y noticia relacionado. Comparación de modelos sanitarios entre países desarrollados. Enlace / Enlace
Euronews (listas de espera) Informes periodísticos sobre listas de espera en Europa, con foco en España. Enlace
ConSalud y OCU (copagos y tiempos) Estudios y artículos sobre acceso, costes al paciente y tiempos de atención. Enlace / Enlace
PD1: Nos vemos el
lunesque viene (o un pelín más tarde)